conchaminguela.com
La ambición de Yolanda Díaz
Ampliar

La ambición de Yolanda Díaz

Yolanda Díaz utiliza su puesto en el Gobierno para hacer campaña para su proyecto político

Cria cuervos… En realidad, como dice mi buen amigo Iñaki Xavier Vélez “lo que critico de la ministra Yolanda Díaz es que utiliza su puesto en el Gobierno para hacer campaña para su proyecto político y creo que sería capaz de reunirse hasta con los ayatolas en Irán si eso le proporcionara votos”. Los últimos pasos de la ministra de Trabajo están dejando bastantes pistas sobre una ambición hasta ahora, disimulada, y que empieza a parecerse a la de su antecesor, Pablo Iglesias. Aunque menos arrogante pero mucho mas sibilina. Ambos entraron en el gobierno como socios, provinientes del mundo comunista, uno, profesor muy teórico y sin experiencia de gestión, la otra sindicalista muy activista, pero quizá lo que más les una es que aún no hayan superado lo de la Nomenklatura y el culto al amado líder. 

También  ha sorprendido “el cambio brutal en el estilismo de esta mujer en los últimos tiempos”. De abogada laboralista y militante del partido comunista de España, ha pasado a declararse socialdemócrata convencida y defensora de la “política transversal”. Así como muy de "los de arriba y los de abajo" de Errejón, o de la "regeneración de la democracia" de Iglesias y Rivera. Aunque a diferencia de ellos, proviene del mundo sindical, hija de un comunista sindicalista entregado de lleno a CCOO, y a la lucha por los derechos de los trabajadores de los astilleros de El Ferrol. A diferencia también de ellos, viene bregada por la defensa de los derechos en un despacho laboralista. Menos teórica que ellos, y mucho más empírica, curranta y buena gestora, ha realizado una excelente labor como ministra de Trabajo y socia del gobierno de España. Hasta aquí bien. 

Pero ahora resulta que Yolanda, no se conforma con un rinconcito miserable y pequeño a la izquierda del Psoe y quiere ser “socialdemócrata”. Pero eso sí, una nueva versión creada por y para que ella luzca su liderazgo. Desde arriba para abajo. Algo parecido a lo de sus compañeros y compañeras de Unidas Podemos, cada uno de un “palo distinto”, que quieren ser socialdemócratas y gobernar pero sin pasar por la disciplina de un partido. Un partido que tiene más de ciento cuarenta años, que está ya implementado en las sociedades más modernas de Europa, que gobierna intermitentemente desde hace décadas en los Estados más avanzados y con mayor bienestar social y que demuestra que funciona-. Estos redentores de la luz,  en cambio pretenden, lo que coloquialmente se llama llegar y besar el santo. O lo que es lo mismo, ponerse al frente, y situar a toda la socialdemocracia detrás del “amado líder”. Yolanda, Pablo, Íñigo, Mónica, Ada, según sus discursos, parecerían soñar en hacer una revolución personalizada y personalista para acometer el gobierno del país, aunque no tengan un partido detrás. No parecen pararse a pensar en el durísimo trabajo que conlleva prepararse para conocer cómo se manejan las riendas de un partido, de un gobierno, de la administración pública de un país. Ni mucho menos, la cantidad de pactos, acuerdos, cesiones, estrategias, que conlleva la responsabilidad de Estado, especialmente en estos dificilísimos momentos en los que los sables y las togas, hacen más ruido del que deberían. Ni Hudini lo hubiera planteado con tanta devoción.

Todos ellos, aunque en realidad deberíamos de decir, ellas, están tan en su mundo que se les olvida que hay que conformar una izquierda bien fuerte y unida para confrontar el auge de la derecha y de la ultraderecha. Si nos dividimos y descuidamos, la extrema derecha podría conseguir los votos para gobernarnos en los próximos diez años.  Como lo están haciendo ya, de facto, en algunos países de Europa, y aquí , prácticamente en Andalucía y con muchas probabilidades de expansión a otras Autonomías, incluida la madrileña. A pesar de los discursos de Díaz sobre los egos y la testosterona, que pretenden sonar tan feministas, esto también va de ego, aunque Yolanda presuma de “enseñar a plancharse el pelo a Mónica García, en su viaje a Valencia”, como ejemplo profundo de feminismo actual y comprometido. ¿Nos toman el pelo o qué? Nunca mejor dicho. Y del borrado de las mujeres, la Ley Trans, el lobby ultraliberal gay de los vientres de alquiler, o la no abolición de la prostitución, ¿algo que decir? Ha habido lamentablemente mucha soberbia y empecinamiento en presentar un proyecto de Ley aberrante jurídicamente e insostenible.

 

Sin poderlo evitar, me viene a la memoria el dulce tarareo de una canción de la nova trova cubana, de Pablo Milanés, “Cuando te vi sabía que era cierto. Este temor de hallarme descubierto. Yolanda, Yolanda, eternamente Yolanda….” Un movimiento que emergió en Cuba en los años sesenta, tras la revolución de 1959, con fuerte contenido de protesta política. De Fidel y la nova trova cubana, Yolanda quiere saltar con pértiga a la socialdemocracia de Pedro Sánchez, de Felipe González, de Billy Brand, de Olof Palme.  Pues lo tiene fácil, que se afilie al Psoe y se ponga a la cola. Como reconoce que le aconseja su padre, comunista del PCE y luchador antifranquista y sindicalista de CCOO: “hija, sin partido no se llega a ningún sitio”.

Por mucho que en el teatro Olympia de Valencia, ella misma, junto a Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica García y Fátima Hamed Hossai, hicieran una puesta en escena a lo Errejón cuando cantaba L´Estaca de Lluis Llach y anunciaran a bombo y platillo que “vamos a trabajar por la gente y tenemos mucha ilusión”. Ya somos grandes en este país como para saber que con “encuentros emocionantes con el Papa Francisco", entre otras cosas, no se gobierna el día a día de todo un país, la cuarta potencia europea y una de las grandes del mundo. A lo sumo, a lo mejor podrían hacerse con el gobierno de alguna república bananera. Y sin embargo, tienen una gran oportunidad de servir a su país, y es haciendo que el engranaje del primer gobierno de coalición socialista y progresista de España, sea un éxito y dure muchos años. 

 

Y como a las empresas demoscópicas y a la prensa de la derecha le conviene, la reputación de la ministra sube como la espuma, 6,1 a sólo unas décimas del presidente Pedro Sánchez. Ella se deja agasajar con cierta forzada humildad. Pero como como en el Viaje a Ítaca, de Ulises: "Que no te detenga el canto de sirenas. Porque si el fundamento del canto de las sirenas fuera la  verdad, ¿sería ésta entonces en esencia una asimilación al caos, un más allá del principio de individuación?.

Como los cantos de sirena, estas encuestas suelen ser flor de un día, quizá a la ministra le confunda la noche, y se vea ya en Moncloa.  Le recomendamos que haga caso a su padre. El sí tenía partido, el PCE, era sindicalista de Comisiones y fue a la cárcel por enfrentarse a los abusos franquistas. Lo de los trajes elegantes…bueno, cada cual que vista como quiera. Igual que Alberto Garzón le ha cogido gusto a la corbata, o Iglesias ya no presume de piso en Vallecas y prefiere chalet de lujo con jardinero y chacha en Galapagar, etc. etc. Los tiempos cambian, las personas también, pero la vanidad y los egos, perduran en el tiempo…

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios