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La clave del batacazo, el Psoe debe indagar entre dos Congresos
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La clave del batacazo, el Psoe debe indagar entre dos Congresos

Andan dolientes las jóvenes promesas del Psoe, tratando de explicarse qué ha pasado en Andalucía. En la reunión de la Ejecutiva Federal, las caras estaban dibujadas con un “yo no he sido”. Eso sí, ya son casi todas caras jóvenes, ya que Sánchez se obsesiona y vanagloria de haber bajado en cinco años la media de sus colaboradores más próximos, la guardia pretoriana monclovita, y su gente de confianza en Ferraz. Tras el batacazo de Andalucía, reconoce el Presidente que “no tenemos comunicadores políticos”. No tenemos, cierto. Pero sí teníamos cuando movilizábamos. Analicemos, subjetivamente desde luego, algunas de las causas. Una de las claves podría estar entre el espíritu proletario y contagiante del 39 Congreso, a diferencia del espíritu acomodado, remozado y burgués, del Congreso 40, en Valencia. Lleno de luces y colores, con paella, chill out, fuegos artificiales y traca final. En el primero, en Madrid, las key words (palabras principales y más repetidas) eran: militancia, feminismo, igualdad. En el segundo, en Valencia, estas palabras ya no importaban, y a las feministas se les pasó directamente con una apisonadora por encima. Por no hablar de los artífices del anterior Congreso, el ganador, a los que se ignoró y escondió de forma vergonzante.

Los profesionales que estamos en la arena y no en la barrera bajo palio, llevamos algún tiempo ofreciendo a quien corresponda, en el Psoe, algunos indicios que auguran nubes negras. Que pregunten los dirigentes a los “comunicadores progresistas y afines”, quiénes eran sus interlocutores, de raigambre socialista y mimetismo con las clases trabajadoras y las bases… Quienes eran los líderes, sus equipos y afines, que conectaban y encajaban perfectamente con el orgullo y la dignidad de los 143 años de lucha obrera por los derechos, la igualdad y las libertades. Conceptos movilizadores, lucha de clases, socialismo, feminismo, igualdad, libertad. 

Y que se pregunten también, cuánto movilizan ahora las nuevas caras tecnócratas, aburguesadas, de jóvenes políticos y políticas que se mueven mejor en la moqueta que en los barrios y zonas donde tanta falta hace cruzarse con las manos de gente manchada de grasa, de dolor, de necesidad, de esperanza para conseguir derechos de igualdad para todos; donde tanta falta hace mancharse de barro,  compromisos y soluciones a problemas básicos de escuelas, hospitales, fábricas, trabajo digno, vivienda, pensiones, integración para los jóvenes, no discriminación de la mujer, etc. Como cantaría Paco Ibáñez, emulando al poeta Gabriel Celaya: 

 

“Maldigo la poesía concebida como un lujo
Cultural por los neutrales
Que lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no ha tomado partido,
Partido hasta mancharse…

 

No es una poesía gota a gota pensada,
No es un bello producto. No es un fruto perfecto
Es lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos”.

 

“Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejen
Decir que somos quien somos,
Nuestros cantares no pueden ser sin pecado un
Adorno
Estamos tocando el fondo,
Estamos tocando el fondo”.

Que se pregunte la dirigencia, cómo las bases, por un lado, y los comunicadores comprometidos, por otro, se quedaron sin esos lazos perdidos y sustituidos por caras nuevas, jóvenes, poco conocidas y de poco recorrido, que comunican más bien poco o nada. Pero si quieren una clave, quizá se pueda resumir en las key words de entre Congresos. En el 39, celebrado en Madrid (2017), el Psoe venía de “recuperar la dignidad herida del socialismo de base” y se salía por arriba, cantando la internacional puño en alto. Las palabras mágicas y más repetidas fueron: militancia, orgullo socialista y feminismo. En el 40 Congreso de Valencia(2021), la palabra militancia apenas se escuchó de boca de la dirigencia del aparato y Ejecutivo, recién renovados. No estaba de moda. Y al feminismo, allí presente, se le aplastó con una apisonadora… otra vez ¡a las barricadas!

Por qué no decirlo. Los dos referentes más visibles y cohesionadores de ambos pilares básicos del Psoe, que fomentaron la victoria de Sánchez y el éxito de su Gobierno, con los que este partido históricamente moviliza a sus bases, eran Carmen Calvo y Jose Luis Ábalos, entre otros. La primera, Carmen Calvo como referente del Feminismo, y Jose Luis Ábalos, como referente de la Militancia, éste último fue quien “llenó poco a poco, federación por federación, agrupación por agrupación...”, la piscina de agua para que Sánchez pudiera tirarse, nadar y ganar. Ambos, y sus más afines, fueron defenestrados “sin contemplaciones” hace un año. El caso de Ábalos, daría para escribir un libro por los ríos de agua sucia con la que intentaron contaminarle, incluso destruirle a nivel de su vida privada. Gran parte de ese linchamiento vino de fuego amigo. Algún día todo se sabrá. Mientras el aparatichi se vanagloriaba del fino y elegante trabajo de “chapa y pintura”,  en las federaciones, las agrupaciones, desde las más pequeñas hasta las más numerosas, circulaba un reproche y una decepción. "Así no se  hacen las cosas, ni se paga así a socialistas de largo recorrido, leales a sus siglas y a sus valores", era un pensamiento susurrado entre dientes pero ampliamente compartido. 

Por toda explicación, a la militancia le llegó, de rebufo, un peregrino mensaje, ese sí, nítido “lo bonito y joven que ha quedado nuestro nuevo Ejecutivo y gabinete presidencial”. Presumiendo de haber incorporado más mujeres (no feministas precisamente), más caras jóvenes (con mucho menos carisma, menos prestancia, menos experiencia y menos conocimientos) y un Aparato en Ferraz, capitaneado por segundas figuras. Así como un nuevo Gabinete en Moncloa, compuesto por los que dieron la espalda a Sánchez cuando el “golpe de Susana”(octubre 2016). Lo que no se dijo, en esa renovación de julio del 2021,  es que esto fue una de las principales razones de la pérdida de confianza de los “comunicadores políticos afines”, muy bien engrasados hasta entonces, por otro defenestrado que hizo un gran papel: Miguel Ángel Oliver y su equipo. 

Hay que reconocer que este Gobierno ha legislado de forma exhaustiva y bien. Eso es un hecho más que demostrable y demostrado. Ha puesto en marcha casi ciento cincuenta legislaciones que impulsan la economía del país y sobre todo que ayudan a las clases más desfavorecidas en cuanto a subida de pensiones, salario mínimo, salario vital, creación de empleo, medidas para paliar y superar la pandemia, medidas para paliar el incremento del precio energético y de los combustibles. Planes de recuperación de la vida Rural, etc. Pero ha fallado en la Comunicación, en el respeto a sus Bases y sobre todo, en el Feminismo. Ha dejado al albur la defensa de la igualdad feminista -por equilibrios con su socia de coalición, UP- desde luego. Pero lo ha hecho. Y ello supone ningunear y poner en segundo plano a uno de los principales pilares de la Democracia y del Socialismo: la igualdad de las mujeres. Lo que se entiende menos, es cómo gratuitamente ha descuidado a la militancia, a quien ha relegado a otro plano lejos del papel protagonista que tuvieron en la conquista del Congreso 39, la épica de Sánchez y el triunfo del Presidente. 

Se diría que Sánchez empezó a volar alto, por los organismos europeos e internacionales, y no dejó suficiente representación aquí, en el barro de la vida cotidiana, dura para muchas clases no favorecidas que se codean día a día con la militancia de casi ocho mil agrupaciones repartidas por los pueblos de España. Por tanto, la reflexión es fácil: el socialismo gobierna, y gobierna bien. Pero para gobernar necesita movilizar a su gente, a las bases, a los leales y orgullosos socialistas de generación tras generación. Porque estos son los que le van a dar la gloria, legislatura tras legislatura. Y no solo el BOE, las fotos de paseo por Europa y la participación destacada en las grandes Cumbres o las leyes aprobadas. La política es acción y comunicación. 

El Psoe puede gobernar cuando se moviliza. Para ejemplo, Andalucía. La militancia siente y palpita y en función de lo que recibe premia o castiga. Sin olvidar, como dice Calvo, que las mujeres somos un 52% de la población, y en el caso del Psoe, mucho más de la mitad. Cuando se nos ignora y se nos “borra” de forma estúpida y "adanista"… una pata importante del Psoe movilizado se quiebra.

 

Por cierto, esconder a Susana en Andalucía y perdonar la vida a otros muchos igual de “desleales” al SG cuando el “golpe de Ferraz”, no se entiende. Ni es pragmático. En campaña hay que juntar todas las fuerzas. Dos elementos fuertes y de tirón de Andalucía, como María Jesús Montero y Carmen Calvo, ¿no podrían haber sido designadas? El movimiento de Salvador Illa a ganar Cataluña dio un excelente resultado. El camino estaba señalado. ¿Por qué no cualquiera de ellas, o las dos, para Andalucía?

 

En fin, Madrid prefirió enviar a muchos políticos de “nuevo cuño” a la campaña de Andalucía, pero los resultados han demostrado que faltaba fuerza, faltaba raigambre, faltaban políticos y sobre todo políticas que la militancia identificara como históricas, con fundamentos sólidos y largo recorrido.. Todos estos errores se pagan. A tiempo estamos de evitar un gobierno entre azul y negro en las siguientes elecciones municipales y nacionales.

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